Thursday, August 24, 2006


Una berenjena triste. Se acaba el verano, y ya en Septiembre volvemos a la normalidad. Acabo de enviar a concurso otro inédito a ver si salta de nuevo la liebre, aparte, de que es necesario desempolvar y quitarle las telarañas a los bolsillos. He cumplido el pasado 19 de este mes gatuno 31 años. El 3 se lee como la trinidad, por lo tanto, se refiere al cierre de un ciclo: el uno, su opuesto, y la puerta de clausura. La influencia del espíritu sobre la materia. El 1 siempre es una partida creadora, generadora (activa). 31 se reduce al 4: se refiere a la realización de una idea que antes se ha gestado: quizás los números me den a entender que probablemente a partir de los 31 comienza un proceso de aterrizaje de ideas antes pensadas, la cristalización, la concreción, lo que dará a luz. En fin. La berenjena triste se parecía un poco a esto. Luego la cociné y resultó sabrosa.

Tuesday, August 15, 2006

El Verano también trae postales como éstas: son las 20 horas: Manu y Dylan Thomas toman el fresco en la terraza. Por mientras, a mi lado, un libro de Joseph Brodsky, Poemas de Navidad. Leo, por otra parte, la siguiente noticia: Fundación Nobel descarta retirarle premio a Grass por pasado nazi. Esto me da pie a pensar o, mejor dicho, imaginar un mecanismo de control absurdo, carnavalezco, tiernamente -o falsamente- tonto. Si se descubren trapos sucios del pasado, es legítimo desnobelizar a los premiados. Pero sería igualmente justo poder hacerlo por actitudes, hechos o acciones posteriores que atenten contra la política de concesión del premio. Sería interesante averiguar los candidatos a desnobelizarse, claro, mientras estén vivos. En mi caso, por antes y después, le quitaría el premio a Milton Friedman. No pondré enlace sobre este economista. Pregúntenle a los chicagoboys de Pinochet.

Thursday, August 10, 2006

No suelo demorarme tanto para actualizar el blog. Han sido dos agitadas semanas. Mientras el Estado de Israel sigue machacando el Líbano, qué ilusión es ésta la de un verano en Valencia, un día precioso, una postal posible: un Levante tranquilo, cuyo mayor peligro, según los telediarios, son los bancos de medusas que persiguen a los bañistas. Hasta un abrazo parece absurdo. Pero no es absurdo. Y quizás ante el celofán envoltorio de un verano perfecto, un verdadero abrazo es trasgresión. Digo apretado, con afecto. He abrazado a Juan Carlos Mestre, Alexandra Domínguez, José-Miguel Ullán, y a otros amigos y amigas en Madrid. Estuve allí de paso para traer a Valencia al poeta Javier Bello, amigo y casi hermano: sólo diré, entre otras cosas, que junto Antonio Méndez Rubio nos bebimos un litro de horchata -la verdadera, de chufa, de la misma Alboraia- cada uno: Poesía y conversación hasta altas horas de la noche, más tarde, en la Malvarrosa. Manuel está de vacaciones. Estamos algo relajados, pero aún debo terminar una monografía para la asignatura "Cos i gènere en el discurs poètic contemporani". Analizaré el libro Completa, de Paula Ilabaca. Veremos como sale todo. Mientras tanto, los pirómanos incendian Galicia, las bombas caen sobre el Líbano, y las medusas siguen amenazando como si fuera culpa de ellas.


Pd. En la foto, junto a Javier Bello, estamos en Menecil, el nombre de Manises en árabe, al lado de la comparsa homónima.