Lo pinté ya hace unas semanas. Como verán, soy un amateur que se pelea con los colores, las formas y sus propias influencias inconfesas. Una amiga pintora se ha ofrecido a aclararme cualquier duda que tenga sobre técnica y conposición. Creo que puedo hacer más cosas, experiementar, fisurar un poco el asunto de las letras y a ver qué colores se escapan. En todo caso, desde pequeño tengo esa "pulsión" por raspar. Por colorear con los dedos como quien hace una herida. No sé si hay placer en ello o hay revancha. Quizás las dos cosas cuando difumino del mismo modo que alguien borra con rojo en vez de blanco. Hay poemas que no me atrevería a poner aquí pues están pasando por otros procesos y proyectos. Sin embargo, aqullos que sé que nunca publicaré en papel me atrevo a ponerlos aquí. Uno que me recuerda mucho a este cuadro:
(un fragmento)
El departamento tiene
antenas de histeria; histeria curada: acupuntura es
verdad. Sobre la finca, un zahorí:
se ha dormido un erizo. Se puede patinar sobre una aguja. Se asoma
–¿miento yo?–
una mujer. Hola tú: dedos de cloro, mirada blanca. Cuelga una
camiseta. Tú ves
cómo redunda: la miramos, Manuel. Y del puro placer, el dardo
huye hacia adentro.
Lo que se lleva de nosotros, el bloqueo y el blanco. Una escena:
asciende. Suena ya
el Himno de Riego en tu teléfono politono. También: arriba, parias
de la tierra.
No llama Dios –mintió Cardenal. No dice hola, es hora de
levantarse; era broma:
no había poema. Nombra al Hielo, si quieres: Obra, Obra: tú
también me conoces.
(c) Pedro Montealegre
Tuesday, December 06, 2005
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