Monday, August 25, 2008


No se los he contado. Pero no me atrevía hasta verla mejor. A pocos días de tener a Lola con nosotros, comenzó a vomitar y a tener diarreas. Asustadísimos, y sin esperar más, la llevamos de urgencia a la veterinaria. Al principio creyeron que tenía una gratroenteritis, pero finalmente resultó ser parvovirosis, una enfermedad muy grave que les da a algunos cachorritos con un 70 por ciento de mortalidad. Estuvo internada en la clínica veterinaria una semana, y la íbamos a ver todos los días, tristes, deprimidos, pensando que se nos iba. Pero no. Lola resultó ser una campeona. Ha sido parte de ese afortunado margen de supervivientes. Se quedó en los huesos, pero se salvó; le pusieron un gotero, y aparte, se le infectó una vacuna -le tuvieron hacer una prequeña operación para quitarle el tejido infectado: un punto y dos grapas- pero tiró hacia adelante. ¡Viva, Lola! Y ahora está con más fuerza, con más vida, con más hambre y vitalidad que nunca. Hela aquí devorando a su infaltable amigo y presa: su pollo de goma.

3 comments:

Víktor Gómez Valentinos said...

Querido(s) Pedro (y Manuel):

Enhorabuena por ese calor y candor familiar vivificado y coleante en la persona de Lola.

Este mes de agosto pasó volado. Descansamos y cargamos pilas.

Ya de nuevo en la ciudad, todo apunta a que tendremos un otoño movidito y prestoso.

¿qué tal vais? Entiendo que con mucha fuerza y buenas vibraciones o al menos eso parece respirar el blog ahora.


Con ganas de veros, un beso y dos,


Viktor

Pedro Montealegre said...

Qué alegría Víktor que te pases por aquí: ¿cómo pasaste el verano? A ver si nos vemos pronto y nos contamos cómo fue agosto. Un besote de nosotros 2.

Víktor Gómez Valentinos said...

El verano estuvo bueno. Se disfrutó, vaya que si. Y habrá que verse ya prontito.

Si, la semana que viene recita Quique en El Dorado, el café cultural de mi amiga Alicia Martinez. Sería buena escusa para verse. Ya te llamo y confirmo hora y día.

Un abrazote

Viktor