Arturo Méndez Cons
EditorialCocó
EN VEZ de toda la paz elegimos volvernos locos
una pesadilla de sepias borrosas
una pesadilla de sepias borrosas
y tenedores de corcho y masticar peces fluorescentes
y derramar el elefante de sangre que llora sobre una página
Merecía la pena arrimarse al traqueteo de la ortiga, a la sabiduría del neón
ahora, años más tarde, me doy cuenta, era imposible no desear siempre más
No había logro pero tampoco opciones
No había logro pero tampoco opciones
Conocíamos la ficción de las palomas, sólo veíamos sus cráneos
diminutos y frágiles como cáscaras deshidratadas en el hoyo
diminutos y frágiles como cáscaras deshidratadas en el hoyo
Nuestra meta era un ir y venir de llagas desatadas
Idioma donde se observa la vidriera prohibida
Flujo en el bigote y filosofía en el hígado sin culpa. Vaginas, lectura y vigilias
Dormíamos el celuloide con un jardín de hilos y mimbres sin perfume o cloroformo
Es innecesario decirlo
Es innecesario decirlo
pero hacía calor sobre la cuneta aunque no nos disparaba nadie
y no vivíamos en Hollywood
Pero silbábamos delante de todas las sirenas
con destreza alfa de tulipán salvaje
con destreza alfa de tulipán salvaje
Nuestro cómputo de carne y sudor llenaba el aire de lejía
Y nos deseaban sólo las mujeres que no amábamos
pero era posible jugarse la vida por una tontería
y nos importaba bien poco si tú
o ella
Y nos deseaban sólo las mujeres que no amábamos
pero era posible jugarse la vida por una tontería
y nos importaba bien poco si tú
o ella
O para maldecir la tierra inmóvil, vete tú a saber si no
preguntábamos con lengua ciega a la hora de las rosas mudas
preguntábamos con lengua ciega a la hora de las rosas mudas
para esparcir el sonido de una estela precaria como coroneles viudos conscientes de sus
medallas
Sin tiempo apenas para pensar en nada
Sin tiempo apenas para pensar en nada
Después de todo este camino, no he encontrado a nadie como tú
Con los trenes me distraigo y en un túnel. El tuyo
El mío, sigo buscando aún
El mío, sigo buscando aún
El resto del mundo me odia
Sólo tú no me odiabas
Pero yo escribo a diario
y ni hay olvido
Sólo tú no me odiabas
Pero yo escribo a diario
y ni hay olvido
ni arrepentimiento.
----------
Pd. Aquí, un fragmento del prólogo que hice a este libro que ha salido calentito del horno. Un abrazo, Artú, poeta joven de Valencia.
----------
Pd. Aquí, un fragmento del prólogo que hice a este libro que ha salido calentito del horno. Un abrazo, Artú, poeta joven de Valencia.
Pedro Montealegre
Manises, 26 de Diciembre, 2007
6 comments:
Mil gracias por habernos acompañado anoche, Pedro. Y por estar.
Este libro es una pasada, desde luego.
Un abrazo,
g
Gari, lo de la noche del sábado (un macrorecital de poetas en el Café de las Horas) ha sido uno de los mejores que han habido el último tiempo. Enhorabuena a ustedes que lo organizaron muy bien. Y el libro, pos lo digo en el fragmento del prólogo. Un abrazot.
Hola Pedro,
Yo también estuve allí, aunque por poco espacio de tiempo, no tuve la oportunidad de conocerte, aunque tengo bastantes referencias tuyas por nuestra directora del Taller de poesía en valenciano de la UPV, Begonya Pozo.
También una compañera. Lola Torres, compartirá cartel contigo en la presentación del libro de Julio Espinos el próximo 6 de mayo en la Casa del Libro.
Me he tomado la libertad de anunciar el evento en mi blog y además linkarte al tuyo. Lo he visto por encima y me ha gustado.
Mucha suerte.
Recibe un saludo,
Estel J.
Estel, muchas gracias por linkear la presentación, de verdad, y espero que nos conozcamos finalmente allí. Un besottttt
eres un sol
había visto lo de arturo pero no lo había leído. he de decir que me parece cojonudo, auténtico, fuerte, me gusta el extracto que has puesto Pedro. Y por supuesto tus mots.
Post a Comment