"El filósofo y sociólogo francés Jean Baudrillard, feroz crítico de la sociedad de consumo y uno de los teóricos de la posmodernidad, murió ayer martes en París a los 77 años. Baudrillard, uno de los fundadores de la revista "Utopie" y próximo a Roland Barthes, publicó medio centenar de obras, entre ellas Le système des objets (1968), La société de consommation (1970), Simulacres et simulation (1981), La guerre du Golfe n'a pas eu lieu (1991) o Amérique (1997). Los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos le inspiraron Requiem pour les Twin Towers (2002), año en el que publicó también L'esprit du terrorisme. Germanista de formación y traductor de Bertold Brecht, Baudrillard refutó el pensamiento científico tradicional y basó su filosofía en el concepto de virtualidad del mundo aparente. Además de arremeter contra la sociedad de consumo y considerar a las masas como cómplices de esa situación, desarrolló en las últimas décadas una crítica radical a los medios de comunicación. "
Extracto de La Ilusión y La Desilusión Estéticas:
Viernes, 27 de octubre de 2000.
Da la impresión de que la mayor parte del arte actual se aboca a una labor de disuasión, de duelo por la imagen y el imaginario, a una labor de duelo estético, las más de las veces fallido. Esto acarrea una especie de melancolía general en el ambiente artístico, el cual parece sobrevivir en el reciclaje de su historia y de sus vestigios. Pareciera que estamos dedicados a una retrospectiva infinita de lo que nos precedió, pero esto es cierto para la política, es cierto para la moral, para la historia, y para el arte también, que no detenta ningún privilegio. Todo el movimiento de la pintura, por ejemplo, se ha retirado del futuro y desplazado hacia el pasado: con la cita, la simulación, la apropiación, al arte actual le ha dado por retomar, de una manera más o menos lúdica, más o menos kitsch, todas las formas, todas las obras del pasado, próximo o lejano, y hasta las formas contemporáneas, eso que Raysel Knorr, un pintor norteamericano, llama "el rapto del arte moderno".
Da la impresión de que la mayor parte del arte actual se aboca a una labor de disuasión, de duelo por la imagen y el imaginario, a una labor de duelo estético, las más de las veces fallido. Esto acarrea una especie de melancolía general en el ambiente artístico, el cual parece sobrevivir en el reciclaje de su historia y de sus vestigios. Pareciera que estamos dedicados a una retrospectiva infinita de lo que nos precedió, pero esto es cierto para la política, es cierto para la moral, para la historia, y para el arte también, que no detenta ningún privilegio. Todo el movimiento de la pintura, por ejemplo, se ha retirado del futuro y desplazado hacia el pasado: con la cita, la simulación, la apropiación, al arte actual le ha dado por retomar, de una manera más o menos lúdica, más o menos kitsch, todas las formas, todas las obras del pasado, próximo o lejano, y hasta las formas contemporáneas, eso que Raysel Knorr, un pintor norteamericano, llama "el rapto del arte moderno".
Por supuesto, este remake, este reciclaje, pretende ser irónico, pero esa ironía es como la urdimbre gastada de una tela: no es más que el resultado de la desilusión de las cosas, una desilusión de cierta manera. El guiño cómplice que consiste en yuxtaponer el desnudo de Le Déjeuner sur Merbe de Manet con Lesjoueurs de Cartes de Cézanne no es más que un chiste publicitario: el humor, la ironía, la crítica, el trompe-l'oeil (efecto engañoso) que hoy caracterizan a la publicidad y que inundan también toda la esfera artística. Es la ironía del arrepentimiento y del resentimiento respecto a su propia cultura. Quizá el arrepentimiento y el resentimiento constituyen ambos la forma última, el estadio supremo de la historia del arte moderno, así como constituyen, según Nietzsche, el estadio último de la genealogía de la moral. Es una parodia y a un tiempo una palinodia del arte y de la historia del arte; una parodia de la cultura por sí misma, con forma de venganza, característica de una desilusión radical. Es como si el arte igual que la historia, por cierto hurgara en sus propios basureros buscando su redención en sus desechos".
1 comment:
hola Pedro,
una triste noticia,
y muy interesante el texto,
un abrazo,
g.c.r.
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